La detención de catorce empresarios agrícolas por explotación laboral de migrantes sin papeles es aplaudida desde el sector y recuerdan que es competencia muy desleal
La Guardia Civil ha podido saber que alguno de los 14 empresarios detenidos por explotación laboral a trabajadores extranjeros sin papeles en el Llano de Zafarraya le decían a los migrantes con los que trabajaban: «Si vienen (los agentes de la guardia civil), dejad el trabajo y corred, porque si os pillan os expulsan del país».
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Curiosamente, once de estos presuntos explotadores son de nacionalidad marroquí, los otros tres son españoles. La mano de obra contratada, según ha informado la Guardia Civil en un comunicado, estaba en condiciones infrahumanas.
«Estos empresarios hacen mucho daño a quienes pagan sus impuestos y contratan a los trabajadores de forma legal. Después se permiten sacar al mercado los productos a un coste muy inferior y eso es competencia desleal. Nos parece muy adecuada esta intervención», apunta Nicolás Chica, secretario provincial de la Unión dePequeños Agricultores, UPA.
Vivían en casas sin luz ni agua. Las jornadas de trabajo alzanzaban diez horas diarias sin descanso semanal y por vivir en casa de aperos o en chabolas pagaban hasta cien euros.
«Este año se ve mucha menos población migrante por el coronavirus, aunque ya empiezan a llegar más. El pasado año había muchos problemas con las viviendas porque había casas patera donde se metían más de veinte personas a vivir mientras duraba la campaña», señala el alcalde pedáneo de Ventas de Zafarraya, VictorianoCrespo. Loreto, una de las asesoras jurídicas de Granada Acoge, apunta a que el problema de la vivienda estuvo muy presente en la anterior campaña en la zona.
La temporada agrícola en el Llano de Zafarraya se prolonga desde finales de mayo a mediados de octubre. «Aquí pueden estar contratados unos cinco mil temporeros y en torno a un 40% de los empresarios agrícolas son de origen árabe, de los primeros braceros que vinieron hace 25 o 30 años y que finalmente se han quedado aquí», apunta Miguel García, agricultor y responsable de UPA en la comarca.
La mayor parte de esos empresarios árabes lo que hacen es alquilar la tierra al dueño de la finca, por un coste en muchos casos de 3.000 o 4.000 euros la fanega (6.400 metros cuadrados). «No sé esta competencia desleal en qué puede traducirse económicamente para los empresarios que sí cumplan con la ley. Esto es un sector de oferta y demanda y quien pone el producto mucho más barato es porque no ha tenido los costes de quien sí ha cumplido con la ley», concluye García. La explotación laboral no cesa en pleno siglo XXI.
La Guardia Civil ha desplegado un operativo durante el mes de junio con el objeto de inspeccionar las explotaciones agrícolas y comprobar los contratos y las condiciones laborales en las que se desarrollan las faenas de la campaña hortícola de este verano. Los agentes han descubierto que muchos de los inmigrantes trabajaban jornadas de 10 horas seguidas, siete días a la semana y por un salario que no iba más allá de los 5 euros por hora
Convenio del Campo de Granada 2016-1018
La Jornada de trabajo, que podrá ser partida, será de 39 horas semanales de trabajo efectivo para los trabajadores fijos y de seis horas para los trabajadores eventuales, distribuidas en jornadas máximas de ocho horas.
En 2018, que es el último año al que llega el actual convenio del campo aprobado, para el trabajador fijo (peón) el Convenio de Campo establece el salario en 956 €/ mes y para el trabajador eventual (también en la categoría de peón) queda marcado en 42,66 € las 6 horas; la hora de trabajo por tanto, sale a 7,11 €/h.
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Convenio del Campo Granada 2016-2018
Fuente: ideal.es