Tras once temporadas como matador decidió retirarse de los ruedos, en 1980 y se convirtió en apoderado
El coronavirus y la pandemia mundial que ha provocado son las causas por las que Santiago López, a sus 75 años de edad, ha decidido retirarse y dejar el mundo de los toros, al que estaba ligado desde que, con 16 años, abandonó su Alhama de Granada natal decidido a ser alguien como torero.
Y tras una etapa como maletilla, trabajar en una ganadería y ejercer los mas variados empleos, lo logró, estableciéndose en Valencia, donde por entonces se daban muchas novilladas y encontró facilidades para torear. Vistió su primer traje de luces en 1966, debutando con picadores el 2 de abril de 1967 en Ondara. Tomó la alternativa en Granada, en la feria del Corpus, el 8 de junio de 1969, con Diego Puerta de padrino y El Viti de testigo ante toros de Antonio Méndez, y confirmó el 16 de mayo de 1971.
Tras once temporadas como matador -en las que fue habitual en las grandes ferias y plazas de responsabilidad- decidió retirarse de los ruedos, en 1980 y se convirtió en apoderado, dirigiendo la carrera de diestros como José Antonio Campuzano, Rafi de la Viña, Manolo Carrión, José Tomás, El Fandi, Luis Francisco Esplá, Dámaso González, Rubén Pinar, Juan Bautista, Diego Urdiales, Andy Cartagena, Román o Varea, siendo también figura clave a la hora de fundarse la Escuela de Tauromaquia de Valencia.
Ligado a la empresa de Simón Casas desde hace años, con su decisión también abandona su labor como veedor de toros para las plazas que gestiona Casas y deja asimismo de apoderar a uno de los más prometedores novilleros valencianos con mayor proyección en la actualidad, Miguel Polope, a quien desde ahora, y por mediación suya, llevará y dirigirá el ganadero y hombre de negocios turolense Juanjo Ríos.
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