El pasado 14 de septiembre de 2024, Francisco Escobedo Valenzuela, conocido como Paco Escobedo, fue el protagonista de un emotivo homenaje en el restaurante-asador El Pato Loco, en Alhama de Granada. Amigos, vecinos y familiares se reunieron para reconocer la trayectoria de quien fuera alcalde de Alhama durante tres legislaturas (1999-2011), en un evento organizado con gran secretismo para sorprender al homenajeado. Aunque la convocatoria no fue pública, la afluencia fue masiva, superando todas las previsiones.
Un tributo más allá de la política
El homenaje, que no tenía un carácter político, fue una oportunidad para destacar la humanidad y el talante de Paco Escobedo, además de su legado como alcalde. Bajo su mandato, Alhama experimentó un notable progreso, siendo gran parte de las infraestructuras y servicios actuales fruto de su gestión. Durante el evento, se recordaron logros como la construcción del polideportivo municipal y la creación de la escuela infantil, así como su compromiso con mejoras en el transporte y las calles del municipio.
Sin embargo, la celebración no se centró únicamente en sus logros políticos. Sus amigos y vecinos resaltaron su calidad humana, recordando que Paco nunca cobró como alcalde y continuó ejerciendo como maestro de adultos, ahorrándole costes al Ayuntamiento.
Un homenaje lleno de simbolismo
El acto comenzó con una emotiva entrada de Paco, quien fue llevado engañado bajo la excusa de una comida familiar. A su llegada, fue recibido con aplausos al ritmo de una de sus canciones favoritas, «Qué bonito es querer», de Manuel Carrasco. A lo largo de la noche, se sucedieron intervenciones que reflejaron el cariño y respeto hacia su persona. Se le entregó una alegoría en forma de manos que simbolizaba la amistad, la familia y el trabajo, junto con un mensaje inscrito que destacaba la valoración de sus amigos por todo lo que ha hecho por Alhama.
Su esposa, Charo, recibió un ramo de flores, y la artista local María del Mar Gálvez le obsequió una acuarela en la que aparecía Paco con su familia y el paisaje de Alhama de fondo. Además, sus nietos le prepararon un regalo especial: unas fotos enmarcadas como recuerdo familiar.
El libro de recuerdos
Uno de los momentos más destacados fue la presentación de un libro artesanal donde se recogieron los muchos mensajes recibidos para Paco. Este libro, que incluía fotos convertidas en dibujos, se creó para que Escobedo pudiera leer los escritos y guardarlos como recuerdo. También se dejó espacio para que los asistentes pudieran dejar sus mensajes de cariño en las páginas del libro.
Intervenciones llenas de admiración
Juan Cabezas, quien abrió el acto, elogió la honradez y compromiso de Paco, destacando cómo su gestión transformó Alhama y cómo su calidad humana lo convirtió en un líder cercano y querido. Cabezas también subrayó las dificultades que Paco enfrentó, como las noticias falsas que empañaron su imagen y afectaron su salud, pero destacó que nunca perdió su serenidad ni su fe en las personas.
Otro momento emotivo fue la intervención de Andrés García Maldonado, quien, al no poder asistir, envió un mensaje recordando su colaboración con Paco en la revitalización del Festival de Alhama y su papel en la conservación del patrimonio histórico de la ciudad. Resaltó su capacidad para despolitizar las actividades culturales y trabajar para todos los alhameños, sin distinción de ideologías.
Paco Bonilla, amigo cercano, añadió un toque de humor al evento, relatando divertidas anécdotas sobre los viajes que compartieron, donde Paco siempre priorizaba el trabajo, incluso prescindiendo de pausas para comer. Este relato arrancó risas y aplausos entre los presentes, recordando la cercanía y buen humor de Escobedo.
El discurso de Paco Escobedo
El propio Paco, visiblemente emocionado, agradeció el cariño de todos los presentes. «El mayor patrimonio en la vida es la familia y los amigos», declaró con la voz entrecortada, destacando el apoyo de su esposa Charo y de sus hijos. Reconoció que, aunque muchas veces su trabajo lo mantuvo alejado de su familia, ahora intenta recuperar esos momentos perdidos. Agradeció a sus compañeros de trabajo y amigos, reconociendo que los logros alcanzados fueron fruto del esfuerzo colectivo.
Un legado que perdura
El homenaje a Paco Escobedo fue mucho más que un reconocimiento a su carrera política; fue una celebración de su calidez humana y su dedicación incansable a su comunidad. Más allá de las infraestructuras y servicios que dejó como legado, lo que más se destacó fue su integridad y su compromiso con los demás. Este evento demostró que Paco no solo será recordado como un gran alcalde, sino también como un hombre de bien, cuyo legado perdurará en los corazones de los alhameños.
Foto de portada: Alhama Comunicación