El ejemplar de 800 años compite contra las moreras de la Cala del Moral de Málaga y la encina milenaria Subbética de Córdoba en el certamen nacional, además de otros 8 candidatos, 11 en total, de toda España.
¡Vota en el siguiente enlace! Fecha límite el 20 de noviembre, así que ¡hazlo ya!
Actualmente el quejigo de Júrtiga se encuentra en sexta posición, y a bastantes votos, más de seis mil, de la cabeza. Para desbancar al líder hay que hacer un buen esfuerzo entre todos, pero seguro que somos capaces de conseguirlo.
Has de entrar en el enlace de arriba, votar por tu candidato [esperamos que lo hagas por el quejigo de Alhama, ;)] y recibirás un correo electrónico en el que debes de confirmar tu voto.
El quejigo de Júrtiga de Alhama de Granada es un ejemplar de la especie Quercus faginea, una de las más representativas del bosque y la dehesa mediterráneas. Con más de ocho metros de perímetro en su base y una edad que supera los 800 años (al borde de ser un ejemplar milenario), está considerado como el árbol más longevo de provincia y de los más viejos de España. El quejigo de Júrtiga, las moreras en la Cala del Moral de Málaga y la encina milenaria Subbética, son tres de los once árboles singulares elegidos para el concurso de Árbol del Año 2021. La carrasca milenaria de Lecina en Huesca y el pino de La Baia de Elche, Alicante, también optan a la elección.
Promovido por la asociación Bosques sin Fronteras, en colaboración con el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico y FSC España, el concurso se celebra desde 2011 y en esta convocatoria se han presentado 14 árboles, de los cuales un jurado experto en arbolado singular ha seleccionado 11. El certamen persigue destacar la importancia natural y cultural de estos ejemplares monumentales. Además de los ya mencionados, en esta edición compiten por el galardón de Árbol español del Año el moral de Villoviado (Burgos), el carbayón de Cornellana (Concejo de Salas, en Asturias), el moral de la Iglesia (Salamanca), la sobreira do Loña (Ourense), la magnolia de Santa Rita (A Coruña) y la garrofera del Bovalar de Alaquàs (Valencia).
A diferencia de otros concursos, en el Árbol del Año no se premia la belleza, el tamaño o la edad del ejemplar sino su historia, la relación con las personas y la importancia de destacar su condición de árbol monumental «como un importante patrimonio natural y cultural que se debe apreciar y proteger», afirman los organizadores. Por este motivo, añaden, «se reconocen árboles que sean una parte integrante de la comunidad humana junto a la que viven«.
En esta primera fase del concurso se elige al candidato español al premio Árbol del Año 2021, que se puede votar hasta el 20 de noviembre a través de la web del concurso y que competirá después con árboles de otros países europeos. En la edición del certamen Árbol Europeo del Año del año 2020 un árbol navarro de 1.200 años, el Encino de las Tres Patas, se clasificó en novena posición, mientras que El Guardián Checo de la Aldea Inundada, de la República Checa, se alzó con el primer premio, con 47.226 votos. El Encino de las Tres Patas esta ubicado en el paraje de La Laguna, entre la ermita de Santa Coloma y el pueblo de Mendaza (Navarra), y es un ejemplar de Quercus Ilex de 1.200 años, uno de las más antiguos del territorio español y uno de los atractivos principales de la zona, cualidades que le llevaron a ser elegido Árbol Español de 2020
Bajo su sombra se han hecho pedidas de mano
En el caso del quejigo de Júrtiga, infinidad de personas se han cobijado del sol durante el verano y han venido a rendirle homenaje cada año a celebrar el día del medio ambiente. Bajo su sombra se han hecho propuestas de matrimonio o promesas de amor y se han celebrado infinidad de eventos educativos o de concienciación ambiental. Este majestuoso espécimen de querqus faginea ha sido reconocido por la Junta como un árbol singular. Además, la Asociación de Voluntariado Ambiental de Alhama de Granada, toma su nombre de este árbol y es conocida por muchas personas como la Asociación El Quejigo.
Su enorme tamaño y su destacada edad hacen del Quejigo de Júrtiga un ejemplar asombroso. Muchos años han pasado por las raíces de este árbol, que posee un exuberante fuste anclado con fuerza en el terreno. Con una recia cruz se divide en vigorosas ramas maestras, que se alzan abriéndose para dar una majestuosísima copa, ofreciendo una sombra que supera los 840 metros cuadrados. Este ejemplar crece en una zona donde el paisaje es agrícola, rodeado de cultivos herbáceos y salpicado de encinas. Se encuentra en el límite de una finca, con un muro de piedra a sus pies. En las proximidades se localizan varios cortijos, uno de ellos es el que le da nombre. El terreno es casi llano con una ligera orientación norte.