Los padres de la pareja, supuestos responsables de la organización del evento, ya han sido puestos en libertad.
La Policía Local se personó en el lugar y, al ver a tal cantidad de gente, volvieron para reunir refuerzos de más agentes de la localidad y de la Guardia Civil.
Sucedió en la localidad granadina de Loja. Guardia Civil ha detenido a dos personas por desobediencia a la autoridad después de promover, presuntamente, una pedida de mano el pasado sábado en una barriada del municipio en la que se juntaron más de cien personas en pleno estado de alarma. La investigación sigue abierta y en espera de seguir identificando a más personas para remitirles la correspondiente sanción.
Los hechos ocurrieron el citado día entre las siete y media de la tarde y la una de la madrugada del domingo. Policía Local de Loja fue avisada sobre las 19.30 horas de una reunión en una vivienda de la zona de Mesón Arroyo donde había cinco personas en una celebración.
Los agentes se personaron y emitieron cinco propuestas de sanción. Los allí congregados formaban parte de la fiesta que horas más tarde se localizaría en la calle Lepanto de Loja. En torno a las 22.30 horas, Policía Local fue avisada por los ruidos molestos y la aglomeración de personas en una zona de la calle Lepanto de Loja. Una vez personados allí un par de agentes les informaron de que debían disolver porque el estado de alarma así lo estipula. Los agentes no podían hacer otra cosa porque no disponían de refuerzos de Guardia Civil y porque haber intentado alguna otra actuación hubiera sido una temeridad: dos policías contra cien personas y muchas de ellas en estado ebrio.
Los policías locales decidieron volver a jefatura y tratar de reunir al máximo de policías locales y de guardias civiles posibles para personarse en la zona con más garantía si los allí reunidos no deponían su actitud. Finalmente pudieron presentarse en esta celebración tres patrullas de la guardia civil de Zagra, Montefrío y Loja, así como otro número similar de agentes de la policía local que se sumaron al dispositivo pese a estar de descanso. El centenar de personas que estaban de fiesta decidieron poner fin a su verbena y marcharon cada uno a su casa. La normalidad fue restablecida.