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Arenas del Rey celebra a su Patrón San Sebastián

14 enero, 2020

El próximo sábado 18 de enero, Arenas del Rey celebra la festividad de su patrón San Sebastián.

Un año más, tiene lugar una de las fiestas más importantes del municipio. Como cada año tiene lugar una misa rociera en honor al santo, acompañada por el Coro Rociero de Arenas del Rey. Acto seguido tiene lugar la tradicional procesión de las hogueras, en la que el patrón va recorriendo las puertas de los vecinos que le ofrecen una candela.

Para terminar, los Mayordomos organizan una verbena popular en la cochera municipal, con la mejor música, tapeo y raciones.

PROGRAMACIÓN:

  • 18: 30 h.: Santa Misa en honor a nuestro patrón San Sebastián, acompañada por el Coro Rociero de Arenas del Rey.
  • 19:30 h.: Procesión y hogueras por las calles de nuestro pueblo.
  • 20:30 h.: Verbena en la cochera amenizada por la Orquesta Nuevas Ilusiones. Tapeo y raciones a precios populares a cargo de los Mayordomos
Verbena Fiesta de San Sebastián. Sábado 18 de enero a partir de las 20:30 h
Programa Fiesta de San Sebastián 2020 Arenas del Rey
Verbena en la Cochera (Archivo)
San Sebastían en su Parroquia
Cartel Orquesta «Nuevas Ilusiones» 

Vida de San Sebastián

Sebastián era hijo de familia militar y noble, oriundo de Milán (263). Fue tribuno de la primera cohorte de la guardia pretoriana en la que era respetado por todos y muy apreciado por el Emperador, que desconocía su cualidad de cristiano. Cumplía con la disciplina militar, pero no participaba en los sacrificios idolátricos. Como buen cristiano, no solo ejercitaba el apostolado entre sus compañeros sino que también visitaba y alentaba a los cristianos encarcelados por causa de Cristo. Fue a partir del encarcelamiento de dos jóvenes, Marco y Marceliano, cuando Sebastián empezó a ser reconocido públicamente como cristiano. Los dos jóvenes fueron arrestados y les fue concedido un plazo de treinta días para renegar de su fe en Dios o seguir creyendo en Él. Sebastián, enterado de la situación, bajó a los calabozos para dar palabras de ánimo a los muchachos. A partir de ese momento, se produjeron muchas conversiones y, como terrible consecuencia, martirios, entre ellos el de los dos muchachos encarcelados, Marco y Marceliano.

Martirio de San Sebastián

Debido a todo esto, el Papa San Cayo le nombró defensor de la Iglesia. Sin embargo, el Emperador Diocleciano también se enteró de que Sebastián era cristiano y mandó arrestarlo. Sebastián fue apresado en el momento en que enterraba a otros mártires, conocidos como los “Cuatro Coronados”. Fue llevado ante Diocleciano que le dijo: “Yo te he tenido siempre entre los mejores de mi palacio y tú has obrado en la sombra contra mí, injuriando a los dioses”.San Sebastián no se amedrentó con estas palabras y reafirmó nuevamente su fe en Jesucristo.

La pena ordenada por el Emperador era que Sebastián fuera atado y cubierto de flechas en zonas no vitales del cuerpo humano, de forma que no muriera directamente por los flechazos, sino que falleciera al cabo de un tiempo, desangrado, entre grandes y largos dolores. Los soldados, cumpliendo las órdenes del Emperador, lo llevaron al estadio, lo desnudaron, lo ataron a un árbol y lanzaron sobre él una lluvia de saetas.

Cuando acabaron su misión y vieron que Sebastián ya estaba casi muerto, dejaron el cuerpo inerte del santo acribillado por las flechas. Sin embargo, sus amigos que estaban al acecho, se acercaron, y al verlo todavía con vida, lo llevaron a casa de una noble cristiana romana, llamada Irene, que lo mantuvo escondido en su casa y le curó las heridas hasta que quedó sano.

Cuando Sebastián estuvo nuevamente restablecido, sus amigos le aconsejaron que se ausentara de Roma, pero el santo se negó rotundamente pues su corazón ardoroso del amor de Cristo, impedía que él no continuase anunciando a su Señor. Volvió a presentarse con valentía ante el Emperador, cuando éste se encontraba en plena ofrenda a un dios, quedando desconcertado porque lo daba por muerto, momento que Sebastián aprovechó para arremeter con fuerza contra él y sus creencias. Maximiano ordenó que lo azotaran hasta morir (año 304), y esta vez, los soldados se aseguraron bien de cumplir sin errores la misión.

El cuerpo sin vida de San Sebastián fue recogido por los fieles cristianos y sepultado en la en un cementerio subterráneo de la Vía Apia romana, que hoy lleva el nombre de Catacumba de San Sebastián. Aparece atestiguado en la Depositio Martyrum o deposición de los mártires de la Iglesia Romana, que nos dice que San Sebastián está enterrado en el cementerio Ad Catacumbas. Nos dan fe de su culto el Calendario de Cartago y el Sacramentario Gelasiano y Gregoriano, así como diversos Itinerarios. Concretamente el Calendario jeronimiano especifica más el lugar de su sepulcro: en una galería subterránea, junto a la memoria de los apóstoles Pedro y Pablo. Durante la peste de Roma (680) fue invocada su protección particular y desde entonces la Iglesia Universal ve en él al abogado especial contra la peste y en general se le considera como gran defensor de la Iglesia.

San Sebastián en el arte

La iconografía de San Sebastián es amplísima. La representación más antigua data del siglo V, descubierta en la cripta San Cecilia, en la catacumba de San Calixto. A partir del Renacimiento los artistas lo representan como soldado, generalmente semidesnudo atado a un árbol y erizado de flechas. Por ser uno de los santos más reproducidos por el arte es conocido como el Apolo cristiano.

San Ambrosio, en el siglo IV, nos da un testimonio sobre él: “aprovechemos el ejemplo del mártir San Sebastián, cuya fiesta celebramos hoy. Era oriundo de Milán y marchó a Roma en tiempo en que la fe sufría allí persecución tremenda. Allí padeció, esto es, allí fue coronado”.