Los propietarios de alojamientos rurales esperan que este verano haya mayor demanda de turistas españoles.
El proceso de desescalada diseñado por el Gobierno ya está en marcha. Si las cifras de contagios siguen bajando, la ‘nueva normalidad’ podría llegar a finales de junio o principios de julio, justo a tiempo para las vacaciones estivales. Ya que este verano no será recomendable viajar al extranjero, los españoles tendrán que buscar un alojamiento dentro del territorio nacional. El turismo rural se presenta como una alternativa interesante para las vacaciones.
Los propietarios de alojamientos rurales esperan que este año aumente la demanda del turismo de proximidad y que muchas personas se decanten por esta opción frente al turismo masificado de la costa. Antonio, propietario del complejo de casas rurales «El Molinillo» de Arenas del Rey, señala que le han cancelado muchas reservas y que actualmente sólo tiene algunas para agosto. No obstante tiene la esperanza de que «este verano sea bueno porque no nos van a dejar viajar al extranjero».
Ver página complejo rural «El Molinillo «
Lo mismo cuenta Ana María, copropietaria de la vivienda La Loma de Ana María II, ubicada en Chite. Este alojamiento ha sufrido muchas cancelaciones de familias extranjeras que habían reservado para este verano. También de algunos españoles porque, en palabras de Ana María, «la gente tiene un poco de miedo e incertidumbre». No obstante espera que este año «el turismo español se mueva un poco más» porque «la gente le tiene un poco de respeto a la playa. Hay incertidumbre sobre la distancia de seguridad, el aforo…».
También Cristobal, propietario de la vivienda Casa Niwalas y el alojamiento Alquería de los Lentos de Nigüelas, cree que este año la gente «se interesará por el turismo rural más que en años anteriores». Señala que en otros veranos sólo recibía a extranjeros y que todos han cancelado sus reservas. Para atraer a los turistas españoles, Cristobal ha prometido la devolución de las fianzas: «tengo solicitudes de gente de Madrid y Aturais con el compromiso de que si no pueden viajar les devuelvo la fianza sin gastos».
Francisco Parra, presidente de AUTURAL (la Asociación de Profesionales del Turismo Rural), considera que las casas rurales ahora mismo son «el objeto de deseo de todas las personas confinadas que quieren ir al monte, respirar aire, ver el horizonte y hacerlo en condiciones de no masificación, manteniendo en la medida de lo posible el entorno familiar». En su opinón habrá un repunte de la demanda de alojamientos rurales porque «ofrecen espacio saludable, bien equipado y a precios muy competitivos». Asimismo, declara que en AUTURAL intuyen que «el turista será principalmente del entorno. Irá a destinos que estarán como máximo a media jornada de viaje en coche».
Los propietarios se preparan para adoptar las medidas de higiene
Con respecto a las normas de higiene que habrá que implantar en estos alojamientos, señala Francisco Parra que en AUTURAL han elaborado un protocolo junto con el Instituto para la Calidad Turística Española. Dicho protocolo será remitido al Ministerio de Industria, Comercio y Turismo para su aprobación. Añade Parra que las normas aprobadas «serán obligatorias y cada establecimiento deberá firmar una declaración responsable de su cumplimiento».
Las medidas que plantean desde AUTURAL son las básicas, según explica Parra: «garantizar la desinfección, que se ponga a disposición del viajero gel hidroalcólico y guantes, ventilar bien los alojamientos…». El objetivo que persigue la asociación según su presidente es que «el viajero perciba el establecimiento como una opción segura en un momento en el que estamos inquietos por la emergencia sanitaria».
Mantener las medidas de higiene y distancia no será muy complicado en la mayor parte de estos alojamientos rurales, ya que se suelen alquilar casas completas a grupos y no habitaciones. Es el caso de La Loma de Ana María II, cuya dueña señala que será sencillo cumplir las medidas ya que «sólo se limpia entre inquilino e inquilino».
Algo más complicada lo tienen los alojamientos con varias habitaciones. Para Cristobal, las medidas serán diferentes en sus dos alojamientos. Casa Niwales se alquila al completo a los grupos, por lo que sólo tendrá que limpiar a fondo entre huéspedes. Sin embargo, en Alquería de los Lentos se reservan habitaciones separadas y hay muchos espacios comunes. «Tendrá que ocuparse sólo el 50% de la terraza del restaurante y pensamos distribuir geles en las habitaciones, limpiar los baños 6 veces al día y repartir guantes y mascarillas a quien lo pida», explica. Ya que la piscina y el jacuzzi del complejo se alquilan por grupos, lo único que tendrá que hacer será echar cloro antes de que los use otro cliente.
Antonio, por su parte, explica que en «El Molinillo» las casas son individuales y que sólo se comparten el restaurante y la piscina. Cree que no le costará llevar a cabo la limpieza porque seguirá haciéndolo como siempre, entre huésped y huésped. Tampoco será complicado mantener la distancia de seguridad en las zonas comunes porque el área de piscina es amplia y la terraza del restaurante está en el campo, de manera que puede separar las mesas tanto como quiera.
Aunque sin duda los establecimientos deberán ser los que sigan estrictamente las medidas de seguridad, los visitantes también tendrán que poner de su parte. Explica el presidente de AUTURAL que, en muchos casos, el turismo rural se lleva a cabo en localidades con poca población, pero que sus habitantes generalmente son gente muy mayor y frágil. Por ello señala que al viajero hay que «pedirle sentido común y respeto a la fragilidad de esa España vacía».
Más medidas económicas para mantener el turismo rural
Si finalmente este verano hay un repunte de la demanda de los alojamientos rurales, estos negocios podrán hacer frente a parte de las pérdidas que han sufrido durante los meses que han permanecido cerrados. No obstante, los propietarios creen que son necesarias más medidas económicas para ayudar a mantener estos alojamientos. Cristobal pide que «anulen los impuestos y retrasen la Seguridad Social». Ana María considera que hay que «asegurar la protección del turismo, que es lo que mueve este país».
Por su parte el presidente de AUTURAL cree que habría que aprobar «una moratoria en los compromisos económicos que tenemos todos los establecimientos rurales». Parra solicita que el apoyo a estos alojamientos «sea real» y que la moratoria venga decretada por el Gobierno.