Desde su mismo nacimiento el periodista Antonio Moreno Ruiz tiene y siente especial vinculación y afecto por Alhama. Hace unas semanas ha sido galardonado a nivel nacional con uno de los importantes Premios “¡Bravo!” de la Confederación Episcopal Española por su ejemplar y eficaz labor profesional que viene teniendo proyección, en distintos medios, a nivel de toda España.
Antonio Moreno Ruiz es hijo de dos alhameños que en todo momento destacaron por su entrega hacia esta tierra cuando en ella vivían y por su ejerce como alhameños a lo largo de sus vidas, participando en todo lo que de alguna forma les era posible y beneficioso para Alhama, hasta que tuvieron que marchar a Málaga por cuestiones de trabajo, Antonio Moreno Cabello y María Luisa Ruiz Ortiz.
Antonio, el padre, fallecido el pasado mes de marzo, fue miembro del Patronato desde el principio de sus dos etapas, la que se inició en 1973 y la de 1991, recibiendo la Medalla de Honor del mismo con toda justicia por la labor desarrollada, hasta en la misma segunda etapa, ya viviendo en Málaga, así como concejal y otras muchas actividades sociales, benéficas y culturales.
Así el ahora galardonado Antonio Moreno Ruiz, desde siempre, cuando se le pregunta de donde es contesta que de Alhama, por sus padres, y luego concreta que nació en Málaga, como se ha podido comprobar, una y otra vez, y, más aún, en las muchas entrevista que a todos los niveles, desde el local al nacional, se le han efectuado con ocasión de tan importante premio.
Es licenciado en periodismo por la Universidad de Málaga y Bachiller en Ciencias Religiosas por el Instituto Superior “San Pablo”. miembro destacado de la revista “Diócesis Málaga”, coordinador del programa “El Espejo” de la Cope y colaborador semanal de TRECE, donde presenta la sección “La Nube”. El Premio ¡Bravo!” le fue entregado en un acto especial en Madrid, el pasado día 31 de enero, recibiendo el cariño, respeto y afecto de de las muchísimas personas que tanto lo apreciamos en toda Málaga, Andalucía y la misma Alhama a la que no deja de venir y pasar unos días siempre que le es posible.